El escaparate y su evolución histórica

El escaparatismo es el arte de exhibir la mercancía

¡Buenos días familia!

Os deseo un feliz otoño, ya sabéis que cada estación tiene su encanto.

¿En que ando? Pues, Estoy haciendo un curso de escaparatismo, y hoy os dejo parte de lo que aprendido de este mundillo, que por cierto… es muy interesante.

¡Espero que os guste!

El escaparate es un medio publicitario tridimensional y que presenta el artículo de forma real, acompañado de combinaciones armónicas de luces, forma colores y movimiento. El escaparatismo es el arte de exhibir la mercancía de un negocio de forma estática y seductora.

Photo by Sam Lion on Pexels.com

El escaparatismo es un concepto reciente pero la actividad comercial se ha estado practicando desde tiempos remotos, lo primero que se dio fue el trueque, lo que nos lleva a imaginar que ya en el tiempo de las cavernas nuestros antepasados podían dejar a la vista objetos como pieles, utensilios, herramientas, abolorios, etc. que les interesaba cambiar por otros.

No es casualidad que la palabra tienda proviene del vocablo latino “tenda”, que significa tender.

En Babilonia existía una figura, el heraldo que se encargaba de anunciar los productos en el mercado en los caminos y entradas de los pueblos, para información y propaganda.

En Grecia evolucionaron las formas de publicidad, aparecieron los anuncios escritos en las paredes de los edificios.

El Imperio Romano se especializó en la habilidad para mostrar el género, aparecieron los primeros escaparates y los primeros catálogos.

En el año 108 d.c. Se inauguraron los mercados Trajanos, una construcción con 150 tiendas o tabernae, que se considera el primer centro comercial de la historia.

En la edad media los propios artesanos comercializaban sus productos colocándolos en las puertas de sus talleres. En esta época la actividad productiva estaba controlada por los gremios que crearon los primeros catálogos publicitarios manuscritos.

En Venecia en el siglo XVI se inventaba en maniquí no con fines comerciales sino decorativos, como figura utilizada para mostrar los trajes de carnaval.

Edison presentó al público la bombilla eléctrica en 1880, por lo que la iluminación mejoró notablemente.

Es entonces cuando apareció la figura del escaparatista, encargado de mostrar los artículos a la venta sobre maniquíes ya provistos de cara y extremidades.

La exposición de Universal de Londres de 1851se puede considerarse como el origen del escaparatismo, el objetivo era mostrar a los visitantes todos los avances que la industria y el comercio habían creado desde el inicio de la Revolución Industrial.

La exposición tuvo como sede principal el hoy desaparecido Crystal Palace, obra de Joseph Paxton realizada en hierro y cristal. Fue en este edificio donde se usaron, por primera vez las vitrinas de vidrio: los visitantes podían ver los productos expuestos a través del cristal, pero, a la vez, este los alejaba de él, lo que estimulaba su deseo de poseerlo.

Fue la primera vez que le público se vio expuesto a una verdadera avalancha de productos y objetos, lo que obligaba a los asistentes a un verdadero “entretenimiento sensorial”, que anticipaba el que debe realizar cualquier consumidor en un mercado surtido con gran variedad y cantidad de mercancía a la venta.

Los grandes almacenes se concibieron como un punto de encuentro de la pujante burguesía, que, iban asumiendo el nuevo ideal de consumo del capitalismo dominante. Sus edificios se componen de halls de grandes dimensiones y carácter casi teatral, en los que la función comercial parece haber pasado a un segundo plano, oculta por la misma arquitectura y la dimensión social de esta.

Fue en este momento cuando “Ir de escaparates” se convirtió en actividad social irrenunciable.

Photo by Uriel Mont on Pexels.com

El pionero en la profesión de escaparatista fue Gene Moore, director general del departamento de escaparatismo de los grandes almacenes Bonwit Teller, en Nueva York. Sus diseños, siempre creativos, siempre inspirados en el arte y siempre sorprendentes, junto a una manera muy concreta de trabajar le convirtieron en la principal referencia de la disciplina.

Moore fue contratado en 1955 por la joyería Tiffany´s. Los escaparates que se ven al principio de “Desayuno con Diamantes” son obra de su equipo.

Pasada la guerra, además de contar con los servicios de Moore y su equipo de profesionales, decidieron usar la innovación artística como herramienta e invitaron a reputados artistas a participar en la creación de escaparates.

De este modo, Salvador Dalí diseño escaparates para Bonw it Teller, en los que introducía su mundo onírico y símbolos surrealistas como el teléfono, el agua, la langosta. Sus provocaciones le enfrentaron en más de una ocasión con la dirección de la empresa, pero esas polémicas no hacían sino aumentar el impacto de sus intervenciones.

La decoración de una vitrina de los exclusivos almacenes Bonwit-Tellerle, en la Quinta Avenida de Nueva York, tampoco estuvo exenta de polémicas. Su composición surrealista fue polémica y en la tienda la modificaron su permiso. Al otro día, pateó maniquíes y lanzó una bañera rompiendo el ventanal que daba a la calle. Fue detenido y pasó la noche en un calabozo. Al día siguiente el juez sentenció: “Dalí, usted ha destrozado una vitrina de un escaparate, y debe pagarla – 60 dólares-; pero cualquier artista tiene derecho a defender, hasta sus últimas consecuencias, la integridad de su obra, por lo que queda libre”.

Infobae.com

¡Gracias por llegar hasta aquí!

Carrito de compra
A %d blogueros les gusta esto: